lunes, 5 de diciembre de 2016

Suiza. Agosto 2016

Casi sin respiro, una pasada fugaz por España y de nuevo en carretera. Así tenían que ser todos los veranos. Ahora vamos camino de Suiza. Sin el peque, pero con las fieras. Tenemos por delante otras dos semanas de furgoneteo bueno.
Primer destino del viaje Ginebra. Pasaremos unos días por allí, visitas a la nueva familia y eventos varios.
Primer día de callejeo por Ginebra, es una gran ciudad, con lo que ello conlleva casi siempre, zonas muy chulas  y cuidadas, casco viejo, paseo lago Lemman, Jardín Botánico... y otras zonas residenciales, feas o chungas. Pero merece un paseo.



 Jardines del botánico.








 Aquí toda la cuadrilla... menuda banda :-))


 Cruzando el Lemman en barca/bus. Merece la pena el paseo. En 10 min atraviesas el lago y es como sacar el billete para un autobús. Paseo refrescante.




 Callejeo por la zona de las tiendas VIP, aquí está lo mas caro y pijo que se te pueda ocurrir, se ven los coches que no se ven en ningún sitio.



















El botellón estilo suizo .Moet Chandon...




Unos días de paseos Por Ginebra, el CERN y zonas de los alrededores está bien, pero ya de estar en Suiza el mono de montaña se activa. 

Pues allá que nos vamos! rumbo a Anzere. Es una zona en el Valais, con su estación de ski, sus rutas balizadas para bicicletas, senderismo, escaladores... uno de esos paraísos suizos. De camino disfrutamos de paisajes patrimonio de la Humanidad.




La primera ruta que hacemos, vuelta al lago en la zona de Tseuzier, Al lado de Crans- Montana.

Las fotos hablan por sí solas.













Primera ciudad que visitamos por la zona. Sion. Pequeña, con mucho encanto y mucha historia. Muy recomendable pasearse por el casco histórico.








Subiendo desde el casco antiguo por las calles empedradas, camino de la Basílica y el Castillo.







Castillo de Tourbillon







 En lo alto la Basílica de Valére , se puede visitar, y la entrada a una parte del recorrido es gratuita.


 Desde aquí  tenemos unas vistas impresionantes de Sion y del valle del Ródano.



El lunes creo recordar es el día de mercado, merece la pena, puestos de artesanía, productos locales, teatro en la calle...


Seguimos ruta, dirección al Glaciar de Alesh uno de los puntos imprescindibles que nos habíamos marcado en el viaje. De camino, paramos en algún pueblo que nos parece interesante. Este es Brig,














Es una ciudad fronteriza con Italia, con la que se comunica a través del túnel del Simplon. Sigue perteneciendo al Cantón de Valais, pero el idioma ya es Alemán. Es como cambiar de país.

También se nota en el precio de las cosas. Por casualidad paramos a comprar en un Lidl, y los precios eran prácticamente españoles!. Aprovechamos para el abastecimiento general y carretera. Tenemos que buscar donde dormir y ya se hace de noche.

Como lo prímero que teníamos pensado hacer es la subida al Glaciar de Alesh, vamos directos a su parking. Como siempre está prohibido autocaravanas, pero de furgos no dice nada, además ahora vamos en modo discreto sin levantar ni el techo para dormir. Pagamos el parking, que va en fracciones de 6 horas. Para no pillarnos los dedos y por precio creo que pagamos el día entero y salía bastante bien... no encuentro cuanto era. Lo que si recuerdo es que para pagar admitía billetes, que no funcionaba, y tarjeta, que estaba fuera de servicio... y vamos sin monedas. Lo bueno es que la cafetería está cerca y nos tomamos algo para que nos cambien billetitos. Lo que me recuerda, también tienen máquina de cambios, que no funciona.

Para acceder a este glaciar, se puede hacer desde varios puntos. Nosotros escogemos Fiesch que nos deja en Riederalp,que es una especie de pueblo en medio del monte, sin carretera y desde dónde se hace trasbordo a un segundo funicular que te deja a pies de Eggishorn.






 Las fotos, como en la mayoría de los paisajes en este viaje, no hacen justicia. Hay que estar allí y verlo.


Nosotros tuvimos muchísima suerte, el día estaba bastante cubierto abajo, pero arriba, pudimos disfrutar del glaciar con mar de nubes, y despejado, luego se terminó de cerrar de niebla y no se veía nada. Conviene informarse antes y escoger el día que la meteo de bueno, sino la pasta que cuesta subir, para no ver nada... mal rollo








Desde el funicular hasta la cruz del Eggishorn, hay un paseo, algo expuesto pero totalmente asequible para todo el mundo. 


  







Panorámica de la lengua glaciar



Bajamos del Eggishorn y paseo por Riederalp










 Curiosa máquina expendedora suiza. Un chupito de orujo... la voluntad.





La mañana empieza con el nivel muy alto, pero el resto del día promete. Vamos camino de la llamada "Ruta de los tres puertos" GrimselPass, Furkapass, y Sustenpass.






Esta es una ruta por varios pasos de montaña a cada cual más espectacular, por carreteras secundarias, no excesivamente estrechas, con buen asfato. Aunque es imposible fijarse en la carretera con todo lo que nos rodea.









Lagos glaciares, cascadas y saltos de agua por todas partes.









Descendemos por el mismo sitio, hasta pie de puerto. Llegamos al cruce y giramos a la izquierda, (veníamos de la derecha desde Aletsch).


 Y se ve el siguiente objetivo, el Glaciar del Rhone y el Furka Pass.






En estas carreteras no les valen curvas de herradura, las AMPLIAN.





Camino del Furkapass, el Glaciar del Rhone, no es tan grande ni majestuoso como el Aletsch, pero es impresionante. Además en el está la "Cueva de hielo",












Dentro del glaciar excavaron una gruta en el hielo. Impresiona la luz azul que filtra el hielo.







 Acceder a la Cueva y al glaciar no viene muy bien explicado pero es sencillo. En lo alto del parking hay una tienda de recuerdos. Al fondo hay una señora, tiene la misma edad que el glaciar, año arriba año abajo, se saca  una entrada (2 €)  se pasa por un torno, y da acceso a la zona del lago glaciar, lengua glaciar y cueva de hielo.




Otra atracción del lugar son las marmotas del parking.




Seguimos el ascenso y culminamos el segundo de los puertos. El Furkapass.









Disfrutamos de las vistas, y de la gélida temperatura del alto de Furka, y comienza el descenso hacia el Susten. Sin palabras para describir la sucesión de curvas en el descenso.







El del autobús seguro que no opina lo mismo que yo sobre lo divertido que es conducir por estas carreteras.






Y después de la espectacular bajada, toca subir , que es todavía mejor...





 En la subida le deje que este me adelantase, me molestaba el ruido del esos motores italianos.














Harían falta mil bajadas para apreciar todos los matices del paisaje. Es increíble. 
Ya atardece tenemos que buscar sitio para dormir. Dirección  Interlaken salimos de la autopista y nos encontramos esto:

Es Iseltwald a la orilla del lago de Brienz, justo a la entrada hay dos parkings, uno más grande pero que no tiene estas vistas y otro de 5 o 6 plazas junto a la parada de autobús. Escogemos este último, tiene una especie de zona azul, esta vez es más original. Pagas por la plaza, que está numerada y queda reservado el sitio por el tiempo que pagues. ni ticket ni matrículas.







 El sitio es super tranquilo, unas vistas buenísimas del lago, paseo a la orilla del lago para sacar a las fieras . el furgoperfecto es otro acierto al 100% llevamos una racha muy buena.



Madrugamos, nos despedimos del lago y seguimos ruta. Descartamos visitar Interlaken. Las opiniones que tenemos de la gente son totalmente extremas. unos dicen que es un sitio indispensable en la visita a Suiza y otros que es totalmente prescindible. Nosotros optamos por la segunda, no nos apetecen mucho las masificaciones y tenemos otros objetivos en la ruta.
El primero de ellos,
Las cataratas de Trummelbach, un conjunto de saltos de agua en el interior de la montaña, que dicen es la mayor cascada subterránea de Europa. La entrada cuesta unos 10 francos mas menos, que merecen la pena.











 También tenemos la opción de un curioso ascensor por el interior de la roca.
 Y al fondo del valle Lauterbrunner, el Eiger creo recordar.

Seguimos ruta, hoy va a ser día intenso, siguente parada un sitio muy curioso.
 Balllenberg es un museo al aire libre, en el que están representadas las construcciones y formas de vida típicas Suizas de todos los tiempos. Lo más llamativo es que funcionan como un pueblo normal, la gente en el interior cuida el ganado, la agricultura, o la artesanía.












 Nooo, no es un WC al exterior!, curioso fregadero.

Este sitio es recomendable para dedicarle un día entero. Lo ideal es llevarse la comida y aprovechar alguno de los merenderos que tienen habilitados, y no necesariamente ir de bocata. Tienen asadores con leña y todo por si apetece una barbacoa... nosotros ese dato no lo teníamos pero que lo sepáis. Otra cosa que no es problema es el agua, hay fuentes por todo el recinto incluso con sus cuencos para los perros. Muy preparado.




Tarifa de precios.

Los alrededores no desmerecen para nada. 

Seguimos disfrutando de los paisajes y carreteras, dirección Lucerna.


Lo primero como siempre al llegar ya tarde, buscar donde donde dormir. Encontramos un sitio perfecto en un parque a la orilla de lago. Es un a zona muy tranquila, a 10 minutos del centro de la ciudad caminando por el paseo del lago . Justo frente al museo del transporte.


En la puerta uno de los orgullos suizos, la cuchilla de la tuneladora del Túnel de San Gotardo.
 



Y lo dicho, a pasear un poco hasta el centro histórico de la ciudad.



La primera visita, es la más típica de la ciudad, el Puente de la Capilla. Es el puente de madera más antiguo de Europa y se pueden ver en sus techos pinturas representativas de la historia de la ciudad.









Volvemos a cruzar por otro puente de madera y estamos en el casco viejo de la ciudad.






 Las fotos hablan por si solas. La ciudad es preciosa, y se respira un ambiente muy tranquilo, después del paseo por la ciudad, una cenita rica al lado del río. Eso sí, aunque sea ciudad turistica, o cenas antes de las 22 horas o te preparas algo en la furgo .





De vuelta a descansar. Hoy el día ha sido intenso. Nos dormimos con estas vistas de la ciudad.

 Amanece y toca la visita diurna. Pero antes hay que seguir con la tradición. Bañito en el lago. Este es el  Lago Lucerna o lago de los 4 cantones.


El sistema es el que utilizamos ultimamente, zona azul tranquila gratis tarde y  noche, pagamos un par de francos por la mañana y listo. Ademas en todas estas zonas los suizos tiene unos baños públicos muy limpios, nuevos y cuidados.


Hoy toca circuito de ciudades, la primera es Solothurn, considerada la ciudad barroca más bonita de Suiza. No desmerece esas afirmaciones, la arquitectura tiene un aire italiano, bastante diferente a todo lo que llevamos visto por este pais. Tiene un toque original que nos gustó.













Siguiente parada, Burgdorf. Este al contrario que el anterior nos pareció más estilo alemán, tiene encanto pero nos decepcionó bastante el castillo, que desde abajo parece impresionante pero arriba se queda en nada, es raro, con viviendas normales en el interior, incluso garajes. Aún así merece la pena subir y disfrutar de las vistas.

















 Esta ciudad está divida en dos, la ciudad alta y baja. En la baja trabajaban los artesanos, esta es la tienda del fabricante de navajas más famoso (y cotizado) de Suiza.

 Zona baja.

La siguiente en el tour de ciudades. Friburg. Aquí hicimos noche, a las afueras en una zona residencial rodeado de árboles, no es fue el sitio más chulo del viaje pero el listón estaba muy alto ;-). La ciudad no nos pareció especialmente bonita ni para tirar cohetes. Merece la pena parar si estamos por la zona, tiene un paseo bonito, edificios, casco antiguo y fuentes que merecen la pena.















Siguiente parada Gruyeres, mundialmente famosa por su queso el pueblo si que merece un desvío de la ruta para conocerlo


 El acceso a vehículos está prohibido, solo residentes, pero a cambio tienen habilitadas unas campas en donde se puede aparcar gratis y sin problema. 5 minutos caminando y estamos en el pueblo.






 El gofre es miiioooo solo miiioooo.

Es claramente turísticos, todo son tiendas de recuerdos, chocolaterías y cosas de esas pero a cambio está muy bien conservado .













 Un poco apartado de lo que es el pueblo medieval, a pie de la colina donde se encuentra Gruyere, están las fabricas del famoso queso. Hacemos la visita en la que enseñan el proceso de fabricación. Muchisima gente, colas y tampoco enseñan nada del otro mundo. Con la entrada eso si te regalan unas cuñas de degustación del queso en sus diferentes grados de maduración. Visita prescindible, visitando este link os ahorráis 10 francos. De nada :-)) .








La ruta ya va girando de vuelta a España. Vamos de vuelta a Ginebra, pero en vez de seguir por la autopista volveremos por la carretera que bordea el lago Lemman.
En la ruta está Montreux, un pueblo precioso con una posición privilegiada en el lago. Pueblo residencial y de vacaciones para gente de pasta. 





Un paseo muy recomendable por la orilla del lago, nos encontramos con muchas y curiosas esculturas.







Freddie Mercury lo eligió para vivir, y para morir.



Otros prefieren ver como sube y baja el agua.







Siguiente y última parada del día. Castillo de Chillon.
Llegamos bastante tarde, pero por sorpresa, los horarios suizos aquí son un poco más mediterráneos y pudimos entrar a verlo. Casi a contra reloj pero con tiempo de sobra para apreciar que es todavía más impresionante por dentro que por fuera.






 Bodegas, y subterráneos, a ras de lago.

Prisión en su época, donde cuentas estuvo el mismísimo Lord Byron, que al parecer grabó su nombre en una de las columnas.







Los interiores conservan muebles y todo tipo de objetos de época.












Aprovechando lo poco que queda de luz, seguimos bordeando el lago, disfrutando de los paisajes patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, viñedos a un lado y lago al otro, 


Y ya de paso, a buscar donde dormir.







No está mal el sitio esta vez tampoco. Un Lutry, uno de los pueblos pequeños que nos ibamos encontrando en la ruta, a pie de lago encontramos la parada del día. Seguimos con el sistema habitual de las zonas de estacionamiento de pago. Unos francos y noche y desayuno con vistas al lago.




Y ya la última visita del tour suizo. Lausanne.





Como en toda Suiza, los lagos hipnóticos...  Este sigue siendo el Leman.



Reloj olímpico, en 00.00, creo que a estas horas en Brasil están de olimpiadas.




Es una ciudad, grandes, con todo lo que conlleva, pero es fácil de caminar y de ver todo con relativa calma. Eso sí, las cuestas son elegantes.









 El fuego olímpico!





Y de aquí a Ginebra, despedida de la familia y ruta a España. Sin muchas paradas esta vez, toca eso que llaman ir al curro...